10%

Es un dicho que esos bichos raros son algo así como el 10 por ciento de la población ¿no rara?
Pero si me pongo a observar detenidamente, y sin detenerme demasiado, puedo llegar a contabilizar un porcentaje sensiblemente más altito. Claro, que si ese 10% se refiere solo a “los raros” fuera del armario…. Es cosa de otro cantar, porque aunque se les vea, nada ratifica que lo sean. Me explico:
Se da por sentado que una persona “con pluma” es “de la otra acera, pero eso no es una regla infalible.
Tampoco lo es que el ser una chica muy femenina o un machote, implique ser hetero, no no no.
Nada es lo que parece o casi nada, ¡para qué engañarnos!. Y todo este divagueo mental viene a colación del movimiento que hay de gran comercio, usease, de ETIQUETAR todo bicho viviente y todo ser que entra en catálogo (yo ya estoy descatalogada, uf, menos mal).
Es decir. Mujer con aspecto varonil=marimacho, bollo, tortillera
Mujer con aspecto barbie= femenina
Hombre con aspecto femenino=marica o metrosexual.
Hombre con aspecto cromañón= machote
Que hay más, de acuerdo, pero no es cuestión de escribir una tesis doctoral al respecto, solo es el hecho de la necesidad que tenemos de etiquetar (y casi siempre solo por el exterior) a todo. Y la necesidad de pertenecer a un grupo, sentirnos parte de algo. A veces nos “autouniformamos” para así identificarnos con esta o aquella tribu, con esta o aquella filosofía, con esta o aquella….. con esta o aquella o ambas a la vez.

En fin, que hay muchos, pero muchos 10%

casi

Hoy me ha costado un triunfo salir de … (así que no sé si he triunfado o he perdido el triunfo que tenía), me ha costado un triunfo.

Y es que, con lo agustito que se está en la camita por la mañana ¿a quién se le ocurrió la idea de madrugar?.

Y una vez acomodad en mi cochecito leré, puse musiquita y sin darme cuenta, me metí de nuevo en la cama, junto a ti y….



PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

¡coñé! ¡casi me doy una hostia….! (si es que van como locos)
Vale, la culpa fue mía, que tenía la mente donde siempre, en esos cuatro ojitos que pueblan mi hogar. Y de los que cada día me cuesta ¿ya he dicho que un triunfo?, pues eso, un triunfo separarme de ellos.

Menos mal que siempre me queda la esperanza de regresar.

si no estás

De vuelta a la rutina, vuelvo a sentirte junto a mi.
Te veo en esos momentos en los que todo parece una locura, en los que todo parece perderse, en los que todo parece no tener sentido.
En esos momentos, vuelves a aparecer tu.
Y la rutina deja paso a un esbozo de sonrisa que acompaña el recuerdo de un tiempo vivido y absorvido, que se quedó grabado en mi.
Y es que, no hay melodía en que no surjas tu. No hay amanecer prefecto si no te encuentras tu. No hay aire puro si no lo respiro junto a ti.
Y no es que la rutina te traiga a mi, es que si no te siento no tengo motor, ni vela, ni rumbo. Aunque si me dejan escojer, no solo te sentiría. Te volvería a tener.

la barbacoa

Viajamos unos pocos de kilómetros, con la lusión de pasar un día agradable, de encender un fueguecito en un lugar seguro y poner sobre la lumbre unas viandas compradas para la ocasión.
En el aire se respiraba el aroma inconfundible a barbacoa que nuestro subconsciente no traía como atrincherado en la memoria y ansiosa por volver a revivir.
Las risas, el calor, la luz, el color, un mar de fondo.

- Uy, uy uyyyyy, que va a ser que no vamos a poder hacer una barbacoa
- ¿no? ¿por?
- estooo, porque creo que esta zona es un parque natural, jeje.

Un pequeño detalle a tener en cuenta que se ovbió

Pos no, no hubo barbacoa.
Todas las vianda, tan "amorosamente" preparadas por la ocasión por una diosa de la cocina, reposaban tranquiamente en su nevera improvisada, tal vez riéndose de nosotras.

- ummmm ¡cómo me gusta esta barbacoaaaa!!
- grrrrr, menos cachondeitos.






Menos mal, que la "diosa", los tiene bien puestos e hizo una barbacoa nocturna.
Ella, toooda ahumadita, pero la hizo, la hizo.

Gracias. (uf! que antojo, por favor!!