jueves, 23 de septiembre de 2010

chao verano

El verano se marchó y con él toda una amarga experiencia. No nos hemos dado cuenta del tiempo, nuestro verano ha consistido en visitas diarias al veterinario.

Bueno, parece que mi pequeña Luzia va mejorando y eso es motivo suficiente para que pueda sonreir.

Es curioso como los animales no enseñan cuales son las cosas verdaderamente importantes.

Ella ha perdido la visión de un ojo, así, de golpe (por un golpe), sin haber hecho ella nada. Ha estado realmente al borde de irse, le han puesto más inyecciones en un mes que a mi en toda mi vida, lleva más de un mes con el collar isabelino ese, que apenas le deja poder orientarse y con el que se golpea constantemente. Y sin embargo, en lugar de amargarse, de volverse agria... sigue moviendo su rabito en cuanto oye tu voz, sigue pidiéndote constantemente caricias, sigue con ganas de vivir.

Gracias a Dark, por sus constantes cuidados. Por ese cariño y esfuerzo casi sobrehumano, por haber dejado de hacer cosas importantes y necesarias por la niña.

Y aunque no hemos tenido verano... ¡tendremos otoño!