¿?

No se cómo pasó.

Vi su coche marchar y me faltaba el aire.

Tomé el móvil y marqué su número, pero no daba señal
cuando, por fin sonó, no hubo respuesta.

Mantuve fuertemente agarrado aquel pequeño aparato que me había fallado y que un impulso interior deseaba estrellar contra el asfalto, ese mismo alfalto que sirvió de alfombra por la que desapareció.

No sabía si salir detrás, no sabía que hacer, la deseperación de apoderaba gradualmente de mi.

Mi cabeza no era capaz de pensar, solo sentía dolor, mucho dolor. Dolor porque no estaba, porque no había besado esos labios, porque no había mirado esos ojos, porque no le había dicho cuánto la amaba.
Dolor, rabia, necesidad de correr a su lado.
Pero ¿dónde?
¿cómo? no tenía las llaves del coche. ¿por qué todo falla a la vez?
Espero poder decir otra vez, navegando en esos ojos: TE AMO.