lunes, 29 de octubre de 2007

farola asesina

¿Quién decide dónde poner una farola? ¿cuándo? ¿qué criterios siguen?.
Hoy, de camino al curro, que obviamente no iba yo dando saltitos de alegría, una mole de hierro se cruzó en mi camino, mientras yo intentaba avertiguar quién dirigía una obra (él o ella), nunca lo sabré, aquella farola cabreada me atacó, así sin decir nada. Y dejó mi cuello revirado y su frio y duro torso marcado en mi cuerpo, recorriéndolo de arriba abajo.
Si, me hice daño en el cuello, pero ¿quién le explica al médico de turno cómo fué el "accidente"?
en fin, os dejo este vídeo para que os ambientéis, porque más o menos fué así (me consuela saber que no soy única, jejeje), salvo que yo me levanté muy digna, con aire de "yo acabo de llegar", esperando que nadie hubiese visto tal agresión.


4 comentarios:

Dark dijo...

Nethan, kerida, esta muy mal atacar a las pobres farolas, ¿que culpa tiene ellas, eh, eh?. ¿Sabes si la farola ha sufrido daños irreparables? ¡¡que las farolas tb tienen su corazoncito, nena!!!. Jajajajaja. Esto el caso que me sobra te lo regalo encantada, no quiero que boxees mas con las pobres farolas sin la debida protección.

Nethan dijo...

Pero ¡si me atacó ELLA!

Anónimo dijo...

Ella!!!!????

Mejor, no?

Cuida tus heridas y pupas... y cuidadín the next time...

Nethan dijo...

Lo hago, bandida, y cada vez que paso por su lado le dedico una mirada desafiante y un "por qué?". Pero en serio, esa farola SOBRA.